Plan Industrial 2024: ASINMET y ADIMRA le presentaron a Alfredo Cornejo los detalles de la propuesta
Mariano Guizzo, presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Mendoza (ASINMET), y Elio del Re, titular de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), se reunieron con el gobernador mendocino, Alfredo Cornejo, a quien le presentaron el Plan Industrial 2024, el cual inicialmente fue dado a conocer en diciembre de 2023 cuando Javier Milei asumió la Presidencia de la Nación. Además, los presentes dialogaron sobre la dura realidad en materia económica que enfrenta el sector y, también, del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) incluido en la ley de Bases enviada al Congreso.
Tanto ASINMET como ADIMRA consideran que el RIGI debe incluir a la industria nacional y, asimismo, tener en cuenta un cupo de integración de PyMEs fabricantes, además de otorgar igualdad de condiciones a la hora de otorgar beneficios
Sobre este último punto, ambas instituciones coinciden en que -si bien es sumamente necesario obtener grandes inversiones que impulsen diversas áreas productivas de la Argentina- las mismas deberían estar encuadradas en igualdad de condiciones con el entramado industrial actualmente vigente.
El RIGI, de no ser modificado pertinentemente, generaría -entre otros perjuicios- desprotección a la industria metalúrgica local, ya que las empresas adheridas al Régimen pueden importar bienes usados. Esto provocaría una competencia desleal, ya que los productos con uso previo no tienen un precio establecido y su productividad es mucho menor.
El Plan Industrial consiste en un documento en cual se trabajó por más de ocho meses y que fue desarrollado a través del consenso entre diferentes actores de la industria para que fuese presentado, en primera instancia, a numerosas empresas que no participaron de forma directa y, posteriormente, ante el Gobierno nacional que encabeza el presidente Javier Milei, con el objetivo de potenciar el sector mediante seis acciones de reforma y reinversión. Mariano Guizzo y Elio del Re le compartieron a Alfredo Cornejo los principales aspectos del documento. El mandatario provincial estuvo acompañado por el ministro de Producción, Rodolfo Vargas Arizu.
Tendencias internacionales y la redefinición de la globalización
– Digitalización de la cadena de suministro. Interrelación entre todos los actores de la cadena para mejorar la eficiencia y acompañar el achicamiento del ciclo de producto
– Reshoring. Recuperar actividades industriales en el propio país desde donde fueron deslocalizadas (fuerte impulso en la política industrial)
– Friendshoring. Deslocalización de la producción con países amigos y seguros en términos políticos y de abastecimiento
– Nearshoring. Estrategias de deslocalización de la producción hacia proveedores y plantas industriales con cadenas cortas de logística
– Debilitamiento de los organismos y reglas multilaterales. Mayor intervención de los estados en el diseño de la política industrial y en el uso de subsidios para las inversiones y el consumo dirigido.
Las problemáticas actuales
El Plan Industrial 2024 indica que existen dos problemas de base relacionados al orden macroeconómico y al estancamiento. Por un lado, la economía argentina, más allá de la recuperación pos pandemia, muestra desajustes que deben ser abordados para lograr un desarrollo sustentable en el largo plazo ya que prácticamente se encuentra estancada los últimos diez años. Por el otro, una aproximación a la problemática industrial requiere una mirada temporal: corto/mediano plazo y largo plazo; y espacial: intra planta y extra planta (sistémica); y como condición requiere de un ordenamiento macroeconómico y de los mercados, que estabilice las variables y permita trabajar en la competitividad de largo plazo de las empresas.
Para que haya una economía ordenada es necesario que se den los siguientes fenómenos: baja de tasa de inflación y estabilidad en los precios relativos; un tipo de cambio estable y competitivo; mercados competitivos; libre acceso a las divisas; un sistema tributario (nacional, provincial y municipal) simple, transparente y estable, que promueva la inversión, la producción, y las exportaciones; mecanismos de recaudación eficientes y eficaces; un sistema aduanero y de comercio exterior simple y eficiente; una tasa de interés estable y compatible con el rendimiento de las inversiones productivas; estabilidad de las normas y calidad de la legislación económica; un Estado (nacional, provincial y municipal) rediseñado que cumpla sus funciones de manera eficiente y eficaz; y una provisión de infraestructura y servicios públicos de calidad.
Seis acciones concretas para reformar e implementar un plan de inversiones
En lo que refiere a reformas a llevar adelante, es crucial: una reforma fiscal nacional pro competitiva, un ordenamiento de la fiscalidad subnacional, un mejoramiento (simplificación) de la administración tributaria y un aumento de la formalización de la economía destinada a reducir la presión fiscal del sector formal de la economía.
Mientras que es imperioso que se vea un plan de inversiones en el sector de la Energía, orientado a ofrecer precios competitivos y con fuerte orientación a la sustentabilidad ambiental, además de otro en el sistema logístico que no sólo incluya infraestructura física, sino una reforma normativa orientada a mejorar su gestión y sus precios.
El desarrollo de estos sectores y verticales productivos (agroindustria, minería, movilidad, energía, economía 4.0 y descarbonización), junto con el crecimiento de los restantes sectores de la economía, implicará un aumento de demanda que permitirá expandir a los sectores industriales aguas arriba (proveedores de equipos e insumos para los sectores en expansión) como aguas debajo (agregación de valor a las materias primas), generando un impacto sobre la industria y la economía. Esta articulación entre proveedores de tecnología e insumos y sectores usuarios y agregadores de valor industrial permite generar conocimiento y difundirlo incorporándolo a los sistemas productivos, con un impacto directo sobre la mejora competitiva en procesos y productos. Esta dinámica virtuosa permitirá desarrollar una ampliación de la oferta sobre la base del aumento de la competitividad sectorial, recuperar participación en la demanda efectiva del resto de los sectores demandantes y generar un impacto sobre el mercado local y las exportaciones.
Ocho desafíos para potenciar la industria
– Descarbonización: utilizar la descarbonización de la economía como palanca de desarrollo sectorial que permita un mejoramiento tecnológico, generación de capacidades y protección de mercado.
– Competitividad: no perder de vista la competitividad del sector. Esto implica mejorar los costos de todo el proceso productivo.
– Financiamiento: apoyar el desarrollo sectorial y el de las verticales mediante mecanismos financieros, fiscales y ANR para que permita crear una base competitiva que facilite el salto de escala.
– Priorizar la cadena de valor: evitar que las urgencias y las presiones sectoriales promuevan la importación de insumos y equipos generando una estructura de enclave.
– Industria 4.0: avanzar en la Economía 4.0 y, simultáneamente, modernizar la industria requiere fomentar la I&D; la difusión tecnológica y la inversión en bienes de capital.
– Ley de Promoción Industrial: ordenar, y dotar de recursos suficientes a los instrumentos y simultáneamente estabilizarlos mediante una Ley de Promoción Industrial que integre los mecanismos de promoción a la producción, I&D e inversiones.
– Relaciones laborales: modernizar las relaciones laborales para potenciar el empleo a partir de la adaptación a las nuevas formas productivas y la eliminación de incertidumbre generada por la legislación laboral.
– Fomento de exportaciones: es necesario tener una agenda de negociaciones externas inteligente que privilegie las exportaciones.