En sintonía con la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Mendoza (ASINMET) manifiesta preocupación frente a la reciente decisión del Gobierno nacional de eliminar el Certificado de Importación de Bienes Usados (CIBU).
Esta resolución, adoptada sin establecer parámetros técnicos claros, ni criterios de trazabilidad, seguridad o calidad mínima, pone en riesgo tanto el desarrollo industrial como también mecanismos sanitarios y de seguridad en los procesos productivos. El CIBU constituía una herramienta clave para garantizar que el equipamiento importado cumpliera con estándares básicos y no comprometiera la seguridad del sistema productivo argentino.
La eliminación del CIBU permite la entrada descontrolada de maquinaria usada, muchas veces sin certificaciones, y sin historia de mantenimiento ni garantías de funcionamiento adecuado. Esto no solo representa una amenaza para la competitividad de la industria nacional, sino que también expone a los usuarios y consumidores a riesgos derivados de tecnologías obsoletas, con posibles fallas en emisiones, residuos o seguridad eléctrica.
Además, esta medida perjudica seriamente a los fabricantes nacionales de bienes de capital, abocados a la producción con valor agregado local, la generación de empleo calificado y la innovación tecnológica. La institución considera que esta determinación no acompaña un proceso de modernización industrial con base en la industria argentina, sino que promueve una lógica de dependencia externa y deterioro de las cadenas de valor.
No se ha tenido en cuenta, tampoco, que muchas de estas maquinarias provienen de contextos regulatorios, técnicos y ambientales que difieren ampliamente de los nuestros. La falta de adaptación a las normativas locales puede impactar de forma negativa en la calidad de los productos finales y en la seguridad tanto de los trabajadores como de los consumidores.
ASINMET realiza un llamado a establecer políticas industriales activas y consistentes y orientadas al desarrollo sostenible. La sustitución de producción nacional por equipamiento descartado por otros países no puede ser el camino. Apostamos a un modelo de crecimiento basado en tecnología, trabajo argentino y articulación entre sector público y privado.